El enfermero, preparado con un curso de enfermería cardiovascular, lleva a cabo un seguimiento muy puntilloso del paciente con afecciones cardiacas.

Está suficientemente comprobada el nexo con distintos factores de riesgo, la mayor parte de ellos vinculados íntimamente con los estilos de vida.

El profesional de enfermería tiene en la actualidad un papel fundamental en la atención del paciente con elevado riesgo cardiovascular, ya sea en el diagnóstico como en su control.

En el diagnóstico, el profesional de enfermería puede efectuar una búsqueda de casos.

Tras ser diagnosticado un paciente, de acuerdo a su riesgo cardiovascular y ya definido su tratamiento, comienza la fase de seguimiento, y es en la atención del enfermero donde se hace una cantidad mayor de visitas programadas, hasta lograr la meta planteada. Los programas de seguimiento de dolencias crónicas que se realizan en los institutos sanitarios hacen que el profesional de enfermería sea quien hace un control más cercano de pacientes, en especial hipertensos, obesos y diabéticos, todos ellos con un riesgo cardíaco mayor.